El Milan de Gattusso se presentaba en Cerdeña con la premisa de conquistar los tres puntos que mantuvieron el buen momento que vivían los rossoneri tras doblegar a la Roma por 2 a 1 en el último encuentro. Con una mejora evidente y unas sensaciones.
Pero, todo este entusiasmo se desvaneció como azulcarrillo en agua a las primeras de cambio. Un choque al que los lombardos tuvieron que rehacerse en un segundo acto donde el coraje hizo más que el buen fútbol.
El Cagliari, que sólo había conocido la derrota en su debut en la Serie A, demostró el gran momento en que esta viviendo y se adelantó a los cuatro minutos del encuentro. Joao Pedro recogió un derechazo de Pavoletti que golpeó en larguero y en el palo y fusiló a un Donarumma que ya estaba batido en el suelo. Con el 1 a 0, los rossoblu cerraron filas y se defendieron con todo en busca de un contragolpe.
Un esfuerzo en la presión dio frutos para que en el 55' cuando Kessié presionó a la defensa sarda y el balón salió rechazado hacia las botas de un Gonzalo Higuaín que quebró al guardameta y anotó a placer su primer gol en la Serie A y decretara el empate.
Con el 1 a 1 el Milan lo intentó de todas las maneras posibles. Por fuera, donde Gattusso dio entrada a Samu Castillejo y Laxalt. Pero, nada, ni con esas se doblegaba el muro sardo. Así lo intentaron los rossoneri, pero nada fue posible en un día en el que Milan se estrelló con un muro llamado Cagliari.
Pero, todo este entusiasmo se desvaneció como azulcarrillo en agua a las primeras de cambio. Un choque al que los lombardos tuvieron que rehacerse en un segundo acto donde el coraje hizo más que el buen fútbol.
El Cagliari, que sólo había conocido la derrota en su debut en la Serie A, demostró el gran momento en que esta viviendo y se adelantó a los cuatro minutos del encuentro. Joao Pedro recogió un derechazo de Pavoletti que golpeó en larguero y en el palo y fusiló a un Donarumma que ya estaba batido en el suelo. Con el 1 a 0, los rossoblu cerraron filas y se defendieron con todo en busca de un contragolpe.
Un esfuerzo en la presión dio frutos para que en el 55' cuando Kessié presionó a la defensa sarda y el balón salió rechazado hacia las botas de un Gonzalo Higuaín que quebró al guardameta y anotó a placer su primer gol en la Serie A y decretara el empate.
Con el 1 a 1 el Milan lo intentó de todas las maneras posibles. Por fuera, donde Gattusso dio entrada a Samu Castillejo y Laxalt. Pero, nada, ni con esas se doblegaba el muro sardo. Así lo intentaron los rossoneri, pero nada fue posible en un día en el que Milan se estrelló con un muro llamado Cagliari.
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